Graves disturbios en Huesca por la presencia de un gato negro

   Nuestra corresponsal en Huesca, Heleuteria Sinforosa nos comunica vía papiro en correo a mula de gravísimos disturbios que tienen paralizada y en pie de guerra a los ciudadanos de Huesca.
   Al parecer todo comenzó cuando unos jóvenes zagales, almorzando con su zurrón en un descanso en el campo vieron un gato negro que les miró desafiante. En seguida hicieron el símbolo de la cruz y sacrificaron una gallina pidiendo que Dios matara al felino toda vez que, según explicaron a nuestra corresponsal, "to'l mundo sabe que er diablo e' un gatu negro y que si se cruza en tu camino puedes morir de peste, de pústulas o arrejuntándose con una mala moza, ¿m'entiendes?".

Uno de los mozos

   Sin embargo, el desastre apenas acababa de empezar puesto que ésta desgracia se unió a otras. El gato se paseaba impunemente por la localidad aragonesa por lo que sus habitantes viéronse obligados a encerrarse en sus chozas con sus familias lo que les obligó a convivir con ellos más allá del indiferente gruñido por toda respuesta a la hora de la pitanza. Parece ser que esta terrible situación ha podido dejar víctimas mortales si bien éste extremo no ha podido confirmarse debido a que la policía está esperando que el obispado haga llegar suficientes crucifijos, haces de ajo y agua bendita para poder combatir el terrible mal que destila del ser que seguramente ha salido del averno.
   Pero, como decíamos, la presencia de Satán en forma de gato perezoso de vago caminar y que no para de lamerse sin duda alguna para hacer que los habitantes cometan pecado de fornicación, la presencia del gato, decíamos, no ha sido el único mal que a estas horas está asolando esta rústica villa tan tradicional. Según nos hacía llegar nuestra corresponsal, Eufrasio Indalencio comentaba que "yo había reunido un grupo para atrapar a la Abundia. Esto es culpa suya, seguro. Queríamos prenderla en la hoguera para calmar a Dios, pero según pasábamos por los abrevaderos de San Matías, vimos a un engendro del diablo. No, un monstruo no, ¡una pelirroja! Las pelirrojas son las concubinas del diablo. La apedreamos hasta que dejó de moverse y dejo de gritar no se qué de un tinte. Pero la muy bruja consiguió echizar al Paulino. Dijo que le estaba entrando el diablo por los ojos así que tuvimos que arrancárselos y degollarle después para asegurarnos." (otras fuentes indican que quizá le había entrado arena pero no está confirmado).

Foto de archivo de la pelirroja 

   El barrio de Pablemos, más conocido como "donde chingan las putas" ha ardido por los cuatro costados. La policía mantiene dos teorías al respecto. Una que el fuego fue debido a una cocina mal apagada y la otra, más improbable, a la turba armada con antorchas y brea que buscaban al gato para quemarle y sacrificarlo a Dios. Según el delegado de gobierno de Huesca, "el incendio ha dejado importantes daños materiales pero ningún hijo de Cristo muerto. También han muerto ciento-ocho putas pero ésas son siervas del Pecado por lo que no cuentan".
   A esta hora el obispado ha pedido ayuda a Roma para saber cómo combatir a la abominable emanación del Diablo e intentan transmitir calma a los ciudadanos indicando que se queden en su casa, recen continuos padresnuestros y que paguen el diezmo que un monaguillo irá pidiendo casa por casa hasta que cese el peligro y las autoridades puedan hacer retroceder a las huestes del Diablo. Asimismo, se recuerda que se han visto a varias mujeres que moatraban los tobillos y que llevaban un pecaminoso escote, es decir, que enseñaban los hombros y el cuello, "incluso alguna furcia mostraba el pelo". Se anima a los ciudadanos a que vejen a estas concubinas del Mal y no se las queden mirando para no quedar embrujados. 
   Se espera que el Gobierno imponga el estado de excepción en esta lucha eterna contra el Mal.

Foto del gato negro