Un estudio afirma que el mensaje oculto de "El jardín de las delicias" es una receta de sopa de cebolla.

   El Bosco y, sobre todo, 'El jardín de las delicias' han hecho correr ríos de tinta, expresión vetusta dicho sea de paso, en tiempos de los e-books.
   Se ha hablado sobre si es una representación de la condenación del ser humano, si es una alegoría del pecado, un tratado sobre el Apocalipsis, dibujos chorras para los amantes del sado-maso, representaciones de sectas heréticas o panfleto para asustar a las mentes más frágiles.
   No obstante, lo que no podíamos esperar es la conclusión de Widrow J. Spencer, de la universidad de historia del arte Cum Swapping (Wisconsin). Según el doctor Spencer, más conocido por su apodo, Jennifer Lawrence, 'El jardin de las delicias' es un dibujo para ocultar una excepcional receta de sopa de cebolla con ajos, espárragos y nuez moscada.
   Así, el doctor Spencer, también conocido como Celia Villalobos, explica a Imperial News que "documentación de la época nos permite confirmar sin lugar a duda alguna que El Bosco quiso regalar a Makik Von Treschow, cocinero de la corte de Bukkakistán, con una receta para chuparse los dedos. Disfrazó la citada receta en el cuadro a fin de evitar que otros cocineros envidiosos, pues en aquella época la rivalidad entre cocineros era más enconada que las de Pipi con Miriam, se hicieran con ella y pudieran deleitar a otros comensales o desvirtuarla de alguna manera".
   "El problema, añade, es que Felipe II interceptó la receta y, creyendo que el tríptico tenía otro significado se lo quedó para él, entendiendo lo que le salió de su real falo".
   Según el doctor Spencer, también llamado Vera Farmiga, Makik Von Treschow, al no poder deleitar a su rey, fue condenado a la peor de las torturas: organizar en la Corte un debate de chismorreos retro-alimentado por personajes sin ningún interés. No hay mente humana capaz de imaginar tamaña atrocidad. Lógicamente decidió quitarse la vida mediante la bebida. Ochenta y nueve años después lo consiguió aunque hay quien dice que fue porque se cayó de un torreón tras una borrachera con moscatel".

   Los esqueletos se referirían a no usar huesos para el caldo, las ollas marcarían el tiempo de cocción, el lago del medio, el número de ingredientes a cocer, los colores de la ropa, el orden en echarlos al fuego y la monja cerda, un aviso para no abusar de la ingesta de la sopa.

   Desde luego ya no podremos volver a ver 'El jardín de las delicias con los mismos ojos, menos aún si te los has arrancado al leer el titular.

La receta de cocina más rebuscada del mundo

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