Extraterrestres en Ciudad Real

   Según ha podido saber en exclusiva Imperial News, el pasado día 16 un vecino de Ciudad Real que responde al nombre de Benito Camela, denunció ante la guardia civil el asalto sufrido por parte de unos presuntos extraterrestres. El agente Leonard Van Deverde nos explicó que "el señor Camela se presentó muy asustado y en estado de shock, empapado en lo que decía que era el sudor de unos extraterrestres, curiosamente muy parecido a la ginebra con redbull. Nos contó una terrorífica historia que, sin duda, es cierta. Yo me trago todas las semanas 'Milenio 3' y eso me da autoridad para confirmar las palabras del señor Camela".

   Los hechos son los siguientes: el señor Camela se encontraba degustando una inofensiva zarzaparrilla en un elegante club de carretera llamado 'Chochazos' cuando sintió la necesidad de salir al exterior para "meditar sobre la vacuidad del ser humano", según el atestado. Estando en el párking sintió un fuerte mareo debido, quizá al amenizaje del Platillo Volante (quizá a que no fuera zarzaparrilla lo que ingirió pues fuentes cercanas a 'Chochazos' indicaron que había consumido entre doce y veintisiete copas). 


   Sea como fuere, el señor Camela se sintió preocupado por lo que sentía en aquél club al que acude regularmente para satisfacer su ego intelectual, cultivar su oratoria, mejorar sus movimientos motrices y, quizá, charlar con los parroquianos sobre la inexplicable actitud liberal de la clientela femenina que hasta allí acude si bien el señor Benito Camela nunca ha tratado con ellas, "faltaría más, soy un hombre casado con una mujer que me supera la edad y el peso" (según el atestado).


   Habiéndose recuperado del mareo se preguntó "qué cojones hacía en el suelo, sobre un charco semilíquido de mal olor y ya anocheciendo" (sic). La respuesta que se dio fue que los extraterrestres le habían robado el tiempo. Según el agente Pablo Fisting "eso tiene mucha credibilidad que lo vi yo en un capitulo de 'Expediente X'".


   A su lado se encontró a dos figuras humanoides con unas sonrisas enormes que le decían cosas ininteligibles y que parecía querían llevárselo con ellos. El señor Camela sólo pudo entender que aquellos extraterrestres venían de un desconocido planeta llamado "planeta Agostini". Así pues, se defendió como pudo y tras desembarazarse de ellos acudió a la guardia civil a la que llegó catorce horas después pese a que el edificio se encuentra a trescientos metros del club.


   La guardia civil ha dado la voz de alerta instaurando un toque de queda y alertando a los ciudadanos contra "esos putos extraterrestres que nos vienen a quitar el trabajo". El ayuntamiento ha aprobado una medida excepcional para que puedan disparar a todo aquél que parezca extraterrestre. Dicha medida ha sido muy criticada por Iker Jiménez que explica que "vienen en son de paz. Además, es la última posibilidad de pillar con alguien que no parezca un caballo".


   Por otra parte, también se ha denunciado el apaleamiento por parte de un putero borracho a dos vendedores de una revista de libros y enciclopedias, también cerca del citado club. La guardia civil descarta que ambos hechos estén relacionados.
   Así pues, Imperial News aconseja disparar a todo ser que vaya por la calle por si fuera un extraterrestre. La supervivencia del ser humano está en juego.


Lugar donde se desarrollaron los hechos

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